"Mujeres Unidas, Tejiendo Paz”
EN MARCO DEL PRIMER CONVERSATORIO DE MUJERES INDÍGENAS WAYUU Y SECTORES SOCIALES
Nosotras, mujeres indígenas Wayuu y de otros sectores del Departamento de La Guajira reunidas en el Territorio ancestral Wayuu de Urraichi, Resguardo Alta y Media Guajira, Colombia participantes del Primer Conversatorio de Mujeres Indígenas y Sectores Sociales, organizado por: Organización wayuu munsurrat, Organización Regional de los Pueblos Indígenas del Zulia ORPIZ, Representante de la Organización Indigena del Territorio Wayuu OITEWA, Representante del Consejo Comunal de la Comunidad de AWATUY, Red de Mujeres del Caribe y área de mujer de las Asociaciones de Autoridades Tradicionales Akotchijirrawa de bahía Portete y Wayuu Ejepenajirrawa, Comunidades wayuu de los Cabritos y La Parrantizal y en la que participamos, con el propósito de analizar la situación de la mujeres, participación en los procesos políticos y estrategias de fortalecimiento organizativo para el reconocimiento de los derechos de nuestros pueblos y en especial de los derechos humanos de las mujeres en América Latina.
Teniendo en cuenta el papel de la mujer en la sociedad, como ser creadora de vida, en los pueblos indígenas aquella que asegura la permanencia y continuidad de nuestros Pueblos, trasmisora de cultura y gestoras de procesos de reivindicación y promoción de los derechos humanos y en especial de la mujer, Consideramos pertinente; por la defensa, dignidad y pervivencia de la mujer como elemento de vida, acoger en nombre de las mujeres indígenas y demás pueblos de América los siguientes instrumentos de defensa y normas internacionales sobre los derechos de la mujer, como los siguientes:
1. Declaración Universal de Derechos Humanos;
2. Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos;
3. Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales;
4. Declaración sobre la eliminación de la discriminación contra la mujer;
5. Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, y su Protocolo Facultativo;
6. Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional;
7. Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre;
8. Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (Convención de Belém do Pará);
9. Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos; y
10. Declaración y Plan de Acción sobre los derechos humanos aprobados en Grand Baie en 1999.
De igual forma es necesario exponer la problemática de la Mujer Wayuu al interior de las comunidades y en los espacios de relación intercultural con otros pueblos, sectores de la sociedad y estado;
En nuestras comunidades la mujer, de acuerdo a la concepción cultural hemos sido relegadas a los quehaceres domésticos y familiares, nuestra participación en los procesos políticos organizativos ha sido escasa.
De igual forma en el aspecto social, la mujer wayuu carecemos de programas de alfabetización y capacitación en aspectos de nuestro interés, como apoyo a la producción y comercialización de nuestras artesanías produciendo esto mayores índices de analfabetismo e inseguridad alimentaria para nuestras familias.
La aculturización y falta de oportunidades ha traído como consecuencia la emigración de jóvenes, en su mayoría mujeres y que una vez ubicadas en los cascos urbanos de las ciudades pasan a hacer parte de las estadísticas de prostitución y miseria.
En cuanto a las relaciones con el estado y sus organismos, a pesar de existir una normatividad en favor de la participación de la mujer y equidad de género siempre nos vemos a recurrir de mecanismos de reivindicación y exigencia de nuestros Derechos para hacerlos cumplir.
Existen otras clases de violencia presente en nuestras comunidades que directa e indirectamente nos afectan, las que contienen los conflictos armados generados por diferentes grupos del Estado y de la sociedad civil, como son el ejercito, grupos paramilitares, guerrilla, los terratenientes y el narcotráfico, lo cual conlleva a varios problemas culturales y sociales.
En este contexto denunciamos los innumerables casos de violaciones de Derechos Humanos de las cuales hemos sido víctimas en nuestra integridad física miembros de comunidades wayuu, caso particular el ocurrido en la comunidad de Bahía Portete en día 18 de abril del 2004 y en el cual por la incursión paramilitar fueron cobardemente asesinadas 6 liderezas de esta comunidad, causando este acto el desplazamiento de los miembros de la comunidad y sin que hasta la fecha se haya hecho la reparación de estos actos.
Exigimos al gobierno Colombiano el esclarecimiento y justicia de liderezas indígenas y liderezas de sectores sociales.
Rechazamos todo tipo de violación y discriminación contra las mujeres Indígenas y de sectores sociales.
Solicitamos al gobierno Colombiano garantizar la vida e integridad de las liderezas en general, que se desempeñan como defensoras de los Derechos Humanos.
Solicitamos a la comunidad internacional el apoyo para el retorno y restitución de la comunidad de bahía portete, con todas las garantías para nuestra pervivencia etnica.
En vista del contenido de esta declaración y de las reflexiones hechas, nos comprometemos a;
1. Visibilizar y denunciar cualquier tipo de violación contra la mujer en nuestros territorios ancestrales.
2. Coordinar nuestras actividades para desempeñar con mayor eficacia nuestra labor, mediante: apoyo mutuo, el intercambio de información sobre normatividad a favor de la mujer.
3. Aportar estrategias para hacer frente a nuevos problemas y a la violación de los derechos de la mujer.
4. Comunicación constante con organizaciones no gubernamentales regionales e internacionales, y otros representantes de la sociedad civil.
5. Las hermanas wayuu de Venezuela asumieron el compromiso de visibilizar la problemática de las mujeres wayuu de Colombia y difundir el contenido de la presente declaración al interior de las comunidades de base y en los medios de comunicación de Venezuela y del estado Zulia.
Urraichi, Resguardo Alta y Media Guajira, Riohacha Departamento de La Guajira, Colombia, 6, 7 y 8 de marzo de 2009.
Con un liderazgo apto, y determinacion firme para defender los derechos humanos,el respeto de la dignidad humana,la equidad, trabajar por las mujeres que han sido el blanco y han sufrido, por las victimas de las comunidades indigenas de la sociedad civil en marco del conflicto armado, la autodeterminación de los pueblos y el desarrollo social, comprometiéndonos a luchar por la unidad nacional y la solidaridad con tod@s, junto a los hermanos no indígenas solidarios a nuestra causa.
domingo, 15 de marzo de 2009
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