miércoles, 28 de enero de 2009

Refugiados wayuu piden seguridad en la Guajira





Texto: Milagros Palomares

Acabaron con todo lo que teníamos, casas y animales. No queremos seguir huyendo”, contó uno de los afectados.

Llena de miedo y con la única fuerza que otorga el instinto de la supervivencia, “María” —nombre ficticio para proteger su identidad— caminó durante 72 horas por los intrincados caminos de la alta Guajira colombiana hasta llegar a suelo zuliano el pasado 9 de enero de 2008.

Ella, al igual que 85 indígenas de la etnia wayuu, dejó forzosamente su país, su gente, su historia y sus raíces, en el poblado Taparají, municipio Uribia, de la alta Guajira colombiana. La razón: un nuevo ataque paramilitar que acabó con casas, animales, siembras y carros en la zona.

Sólo con una botella de agua a cuestas y sin provisiones de alimentos, “María”, cruzó la frontera de Venezuela para resguardarse de la violencia armada que minó las tierras que le brindaban el sustento diario a ella y a sus ocho hijos.

“A punta de agua y de masticar cardón pudimos sobrevivir, hasta que llegamos al Zulia para refugiarnos. Nos vinimos en grupos de 15 personas y luego nos dispersamos. Exigimos que se nos brinde mayor seguridad en la Guajira porque queremos volver a nuestras tierras”, expresó con tono de angustia.

La historia se vuelve a repetir, tal como ocurrió hace cinco años en la población de Bahía Portete, Colombia, cuando 12 familias indígenas salieron huyendo de la una matanza perpetrada por presuntos paramilitares, en el que murieron 12 personas y que dejó, para esa oportunidad, a 292 wayuu refugiados en el Zulia.

Esta vez, por fortuna, no hubo víctimas fatales que lamentar, pero sí daños materiales en las viviendas y parcelamientos de cultivos de los refugiados, tal como lo corroboró, el pasado 14 de enero, una comisión presidida por Pedro Miguel Peinado, director del Cuerpo Técnico de Investigaciones de la Fiscalía, de Colombia, Fernando López, defensor del pueblo en la Guajira y el secretario de gobierno de Uribia.

“Estas autoridades colombianas se acercaron hasta la población de Taparají para constatar una denuncia recibida por los afectados y, en efecto, encontraron cartuchos de bala, además de dos casas y un carro quemado producto del lanzamiento de dos granadas”, contó, vía telefónica, Paola Benjumea, corresponsal del diario El Tiempo de Bogotá, en la Guajira colombiana.

“Nos duele mucho dejar la tierra que uno sembramos con tanto esfuerzo. Allá teníamos cosechas de frijoles, maíz y auyama. No es justo que salgamos huyendo como si fuéramos delincuentes”, contó “Francisco”, otro de los refugiados quien prefirió omitir su verdadero nombre.

Con indignación, agregó que los paramilitares se adueñaron de Taparají luego de la matanza de Bahía Portete. “Hace más de cinco años que se instalaron allí, como si fueran dueños del pueblo. Nos agarran los animales y se los comen sin nuestra autorización, y al que no le gusta le echan plomo. El siete de enero nos lanzaron dos granados y por eso tuvimos que salir huyendo por la sierra, hasta que llegamos a Venezuela”, añade.

En carne propia, “Eladio” —otro de los wayuu vulnerados— describió la violencia perpetrada por los presuntos paramilitares el pasado 7 de enero.

“Acabaron con todo lo que tenía porque no quise unirme a ellos (los paramilitares) para ayudarlos a traficar la droga; me quemaron la casa, el chinchorro y mi carro, me quedé sin animales y sin tierra y por eso estamos huyendo. Queremos que se vayan los paramilitares de nuestras tierras y esperamos que las autoridades colombianas actúen para que los saquen de Taparají”, exige.

“El Gobierno colombiano nos tiene en el abandono. Deben actuar para quitar a los paramilitares de nuestras tierras. Hace más de cinco años que estamos refugiados en el Zulia, somos 42 familias y en cinco años han nacido 28 niños. Exigimos que nos brindan la seguridad necesaria para regresar a Bahía Portete”, contó con desesperación “Ernesto”, quien posee condición legal de refugiado.

Preñados de esperanzas, “María”, “Eladio” y “Ernesto” y los otros 83 refugiados, anhelan volver a labrar la tierra que los vio nacer.

“Nadie elige convertirse en un refugiado o desplazado. Sólo peleamos por lo que nos pertenece y no queremos estar huyendo toda la vida”.

http://www.panorama.com.ve/panodi/504310.html

martes, 27 de enero de 2009

Acnur pide a Colombia que proteja a los indígenas que son víctimas de ataques

el tiempo.com


La soluicitud del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados fue hecha este martes en la sede del organismo en Ginebra.


"Acnur solicita a las autoridades que tomen las medidas necesarias para proteger a los indígenas de las violencia y el desplazamiento forzado", señala un documento distribuido hoy por esta agencia de la ONU.

Además muestra "su preocupación" por los crecientes casos de desplazamiento forzado a los que han sido sometidos los indígenas wayú que viven en La Guajira.

Según los últimos datos, 86 indígenas Wayuu llegaron al departamento venezolano de Zulia tras haber atravesado el desierto de La Guajira y haber cruzado la frontera, después de haber sido víctimas de un ataque.

Los atacantes fueron hombres armados que quemaron sus casas y los amenazaron de muerte, según los testimonios recogidos por los funcionarios del Acnur en Venezuela.

"Estamos muy preocupados, porque vemos que estos casos se repiten y no cesan, es el intento de quitarles a los indígenas sus tierras ancestrales", declaró el portavoz del ACNUR, Rod Redmond.

Los refugiados wayú explicaron que un grupo mayor de su etnia que también huyó de los ataques se encuentra aún en el desierto de La Guajira.

El Acnur alertó que estos ataques se insertan en un contexto de creciente violencia en La Guajira, dado que se han documentado asesinatos selectivos, amenazas de muerte, intimidaciones y extorsiones, así como la reorganización de grupos armados ilegales.

Según la agencia, la violencia la sufren especialmente los wayú, así como otros grupos indígenas como los arhuaco, los kogui, y los wivam, que juntos representan el 45 por ciento de la población del departamento.

Los wayú son una de las comunidades indígenas más numerosas de la región, hay 150.000 en Colombia y 160.000 en Venezuela.

El departamento de La Guajira es una región estratégica que da acceso al mar Caribe, es por ello que es el lugar elegido por diversos grupos armados que quieren controlar el comercio ilegal de estupefacientes.

Según datos oficiales, más de 50.000 personas han sido desplazadas involuntariamente a causa de la violencia imperante en el departamento.

En Colombia hay un millón de indígenas, divididos en 80 grupos distintos.

Veintisiete de ellos están formados por menos de 500 personas y corren el riesgo de extinguirse, a menudo como resultado de la violencia y de los desplazamientos forzados.

Ginebra
Con EFE
http://www.eltiempo.com/colombia/politica/acnur-pide-a-colombia-que-proteja-a-los-indigenas-que-son-victimas-de-ataques_4777096-1

viernes, 23 de enero de 2009

Firman nueva convención colectiva de trabajo en Carbones del Cerrejón

Por Hermes Francisco Daza

El pasado lunes 19 de enero de 2009, las comisiones negociadoras de la Administración y del sindicato de la empresa Carbones del Cerrejón, llegaron a un acuerdo total y definitivo que soluciona el pliego de peticiones, y procedieron a la firma de la nueva Convención Colectiva de Trabajo 2009-2010.
Este acuerdo contiene importante beneficios económicos, de salud, educación y laborales para los trabajadores que recibirán un 11% de aumento en el primer año de vigencia y un bono por la firma de la Convención de 3 millones de pesos.

Entre otros beneficios, en materia de educación, el auxilio educativo universitario para los hijos de los trabajadores se incrementará entre un millón 650 mil y 4 millones de pesos dependiendo del valor de la matrícula. El auxilio escolar aumentará quedando en 350 mil pesos para el primer año y 370 mil para el segundo año.

En materia de salud, el subsidio de medicina complementaria se incrementará escalonadamente, según el número de beneficiarios de cada trabajador, cubriendo la empresa en promedio el 84% del valor nominal del plan.

Para la cultura y la recreación el auxilio se ha incrementado en 635% quedando en $ 750’000.000 para el primer año y de $795’000.000 para el segundo año.

Adicionalmente se destinarán 300 millones de pesos para el fortalecimiento de los clubes deportivos de los trabajadores en las poblaciones de La Guajira.

http://www.elpilon.com.co/noticias/not00022334.htm