martes, 6 de marzo de 2012

Violencia sexual un crimen invisible, oculto e impune en Colombia

En el marco del Día Internacional de la Mujer.
Por: Ángela Robledo
Representante a la Cámara
Para nadie es un secreto que pese a los avances normativos y a la nutrida existencia de instrumentos jurídicos nacionales e internacionales, los cuerpos de las mujeres son territorios de guerras, trofeos para los combatientes y carnada entre enemigos a causa del conflicto armado que vive el país. Y lo peor es que muchos de los crímenes de guerra, que incluyen torturas, violaciones, desapariciones y la muerte de miles de mujeres, permanecen ocultos, silenciados e impunes, muchas veces por temor, por vergüenza o simplemente por la desidia del Estado para investigarlos y castigarlos.
Muchas voces desde todos los rincones se han alzado para gritar que la violencia sexual que constituye una clara contravención a los derechos humanos y en particular al Derecho Internacional Humanitario es el crimen mas invisible del conflicto armado colombiano, lo paradójico es que a pesar de que está fuertemente normado no existe en el país una sola condena por este delito.
Se estima que en los últimos diez años, unas 400.000 mujeres han sido abusadas sexualmente y que el 82% no denuncia por miedo a sus victimarios, por vergüenza y porque además no confía en la justicia. En el 2008 la Corte Constitucional ordenó a las Fiscalía investigar 183 casos de los cuales no se conoce aún ninguna condena. Amnistía Internacional ha advertido que el permanente silencio del Estado y la ausencia de acciones de justicia efectivas son mensajes de tolerancia y fomento del delito que hoy exhibe un lamentable 98% de impunidad.
La profundización de la estrategia de seguridad democrática dejó a la población civil en una situación de extrema indefensión y vulnerabilidad entre los distintos bandos, lo cual la expone a violaciones permanentes y sistemáticas de sus derechos humanos en particular a las mujeres. Así lo informó Amnistía Internacional en 2004 cuando señaló que “en medio de la guerra, la población civil no solo termina atrapada entre el fuego cruzado de los armados, sino que además se convierte en blanco de sus ataques especialmente las comunidades en situación de mayor riesgo”, como se ha evidenciado con las mujeres campesinas del Salado, las mujeres indígenas del Cauca o del Putumayo, las mujeres afro descendientes del Chocó, las mujeres del nordeste y sureste antioqueño, las mujeres indígenas de Bahía Portete y las mujeres ubicadas en los barrios de la periferia de las ciudades.
Lo peor es que hoy, seis años después, no existe ningún indicador que sugiera que esta situación ha cambiado o por lo menos mejorado.
En Colombia las mujeres son aproximadamente el 85% de las sobrevivientes del conflicto armado y un número similar (80%) junto con sus hijos e hijas son desplazadas. La información disponible para el año 2008 señala que el 16% de las mujeres en situación de desplazamiento habían sido víctimas de violencia sexual.
De éstas 18% identificó la violencia sexual como causa directa del desplazamiento. El mayor riesgo se dio entre las mujeres jóvenes. El 39 % de las víctimas de violencia sexual reportadas se encontraban entre los 10 y 14 años de edad. En los casos en que se conoce el presunto autor el 83% corresponde a miembros de la fuerza pública, 7% a grupos paramilitares y 9% a grupos guerrilleros. (INML 2009).
Acción Social afirmó que 1534 personas solicitaron reparación por vía administrativa a causa de violencia sexual. De acuerdo con cifras de la Mesa de Mujer y Conflicto Armado entre julio de 2007 y junio de 2008, 105 mujeres fueron asesinadas por fuera de combate a causa de la violencia sociopolítica, 83% de estos crímenes se atribuye a actores del Estado y paramilitares, el 17% a los grupos guerrilleros.
En un gobierno que tiene como bandera una ley para reparar a las víctimas no cabe el silencio permanente que rodea este crimen, ni tampoco la falta de acciones adecuadas para investigar y sancionar a los responsables. El 73% de las mujeres considera que los integrantes de los grupos armados (guerrilla y paramilitares) son un obstáculo para que haya justicia.
Sabemos que mediante la amnistía originada por el proceso de justicia y paz se desmovilizaron en el país unos 31 mil paramilitares de la Auc (2003-2006) que son sindicados de haber cometido crímenes de guerra y a quienes se les transó con penas mínimas a cambio de verdad y reparación. Sin embargo, esa verdad no incluye la violencia sexual: De los 57 mil crímenes confesados por los paramilitares desmovilizados, apenas 86 corresponden a violencia sexual. Lo anterior apunta a evitar el juzgamiento por parte de la Corte Penal Internacional (CPI). Con el agravante que las estructuras paramilitares mantienen su poder económico, político y militar y siguen persiguiendo e intimidando a defensor@s de derechos humanos, incluidadas las organizaciones de mujeres.
En el informe al Auto 092 de 2008 proferido por la Corte Constitucional y realizado por la Mesa de Seguimiento en 2011, se insiste en la persistencia de la impunidad y la presencia de barreras para el acceso a la justicia de las mujeres víctimas de violencia sexual.
Ha sido un camino tortuoso y falta mucho por avanzar aún. Se necesita en primer lugar voluntad política de los gobernantes, ciudades solidarias con las mujeres víctimas que se la jueguen por acompañarlas y ayudarles a derrotar la soledad, políticas públicas contundentes, sistemas de información eficientes y un sistema de justicia que mire de manera diferencial a las mujeres y que considere sus particularidades atendiendo también el contexto de la guerra en que vive el país.
¡NO más IMPUNIDAD contra las MUJERES en el Conflicto!
8 de marzo. Día Internacional de la Mujer
En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, Ángela Robledo e Iván Cepeda, Representantes a la Cámara, convocan al Conversatorio !NO más IMPUNIDAD! contra las mujeres víctimas del conflicto armado para discutir las causas estructurales de la impunidad y construir alternativas dirigidas a disminuirla.
Fecha: Jueves 8 de marzo de 2012
Hora: 8:30 a.m. - 11:30 a.m.
Lugar: Auditorio Luis Guillermo Vélez.
Edificio Nuevo del Congreso. Carrera 7 No. 8-68. Bogotá

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