jueves, 8 de marzo de 2012

La organizacion wayuumunsurat- mujeres tejiendo paz

Conmemora a la MUJER por su lucha, por su participacion en pie de igualdad en su desarrollo integro como persona, quienes hemos infrentado desafios y retos que han logrado desarrollar cambios, los cuales son la esencia de la vida, de la naturaleza, del amor, la esperanza, la paz de muchas mujeres del pueblo wayuu y Mujeres del mundo. un abrazo solidario para todas las mujeres miembros de la organizacion, para nuestras compañeras de alianzas y trabajo las Mujeres WIWINAS, RED DE MUJERES DEL CARIBE, MUJERES DE SANTA RITA DE LA SIERRA, MUJERES BINACIONALES, AREA DE MUJERES DE PAINWASHI y para todas mujers  de la humanidad.
En marco del dia internacional de la Mujer, MUTEPAZ les damos a conocer una investigacion de otro tipo de sufrimiento que han vivido las mujeres wayuu en marco del conflicto armado,
Las  mujeres  wayuu,  víctimas de  violencia sexual  a  raíz  del  conflicto  armado.

Los wayuu son vulnerables en el contexto del conflicto armado, en especial sus mujeres debido a que ocupan territorios estratégicos para las partes en conflicto, las redes de narcotráfico y empresas extranjeras (multinacional), el pueblo wayuu se  encuentra en peligro de extinción física o cultural a causa del conflicto armado y el desplazamiento que ha vivido durante los últimos 10 años. Auto 004 de 2009, corte constitucional.
El conflicto armado somete a las mujeres wayuu a prostitución forzada, violencia sexual y enamoramiento de mujeres y jóvenes como táctica bélica y ofensiva, principalmente por parte de los actores armados ilegales.
VIOLENCIA SEXUAL SISTEMÁTICA
En algunas comunidades se han documentado casos en los cuales se utiliza una,  llamémosla de esta manera  “TÁCTICA DE ASENTAMIENTO TERRITORIAL ABUSIVO”.
Esta “TÁCTICA DE ASENTAMIENTO TERRITORIAL ABUSIVO ”, consiste en hacer presencia constante en las comunidades indígenas determinar que necesidades presenta la familia en cuestión, proceder a llevar  regalos, comida o haciendo agasajos a las niñas o sus madres con el único fin de enamorarlas, cometerles acceso carnal abusivo,  para posteriormente utilizarlas como objetos sexuales e informantes sobre actividades propias de sostenimiento de la comunidad, rutas de acceso y movilidad, líderes de la misma y ya obteniendo todo lo anterior abandonarlas en el mejor de los casos solamente embarazadas o en el peor con enfermedades de transmisión sexual o muertas cuando ya no son de utilidad para sus fines de lucro económico y poder territorial o conocen alguna particularidad del grupo armado ilegal.

Muchísimos de los casos de violencia sexual se encuentran en el anonimato al no ser denunciados  por unas razones muy específicas el
MIEDO, LA PENA, LA VERGÜENZA, SEÑALAMIENTO, RECHAZO, ser mujer e indígenas hace que los efectos y la utilización de las mujeres en la guerra causen daños diferenciados en su vida personal, familiar, de liderazgo y comunitaria.
Pese a la obligación del Estado Colombiano, no existe una política pública con enfoque diferencial de género para atender a la población desplazada e indígena.  como tampoco una política para prevenir, investigar y sancionar la violencia sexual en contra de las mujeres en el marco del conflicto armado, ahora pensemos en una mujer wayuu víctima de violencia sexual,  si esta,   busca atención médica, y para ello vence motivos disuasorios como lo son la vergüenza, el temor por su seguridad, las dudas sobre la fiabilidad de los servicios y la posibilidad de una revictimización, esta se enfrenta a la falta de preparación y recursos técnicos de los prestadores del servicio.
Una trabajadora de salud de un hospital del centro del país entrevistada por la ONG Médicos Sin Fronteras  aceptó que no manejaban ni antirretrovirales ni un portafolio o protocolo de atención a víctimas de violencia sexual, así como no contaban con un psicólogo como terapeuta o con orientaciones específicas sobre las particularidades de la agresión, ahora traslademos esto hasta nuestro municipio la guajira donde las condiciones de salud para los indígenas son paupérrimas hasta para la afección más mínima.

 
GRAFITIS DE TORTURAS SEXUALES  OTRA FORMA DE VIOLENCIA.
Para el pueblo wayuu y muchas familias es muy difícil abordar un tema tan fuerte pero el paso para eliminar estas formas de degradación humana, hay que darlo con firmeza, enfrentando todos aquellos miedos que nos aquejan a diario incluso enfrentando pensamientos contrarios y decisiones de la comunidad de no abordar esta clase de temas y que no son más que aquel miedo que el atacante sexual quiere que sintamos para satisfacer su sadismo, su instinto más sucio y el cual no estoy dispuesta a dejar que me agobie ni me intimide.
Grafitis de terror sexual
Estos mensajes asquerosos fueron dejados por los perpetradores de la masacre en Bahía Portete (Alta Guajira), con el fin de aterrorizarnos.
Y se puede decir que en gran parte han logrado su cometido ya que la comunidad de Portete nunca más será la misma después de estos hechos, sin embargo hoy venimos con más fuerza que nunca a dejar
el nombre de la mujer wayuu en lo más alto, por ser dadoras de vida y ser eje central de pervivencia cultural.
Quisimos contar lo difícil y tormentoso que ha sido el pensar que ellos pudieran salirse con la suya, esta tortura psicológica que no solo me atormenta a mí, sino a toda una comunidad que ve en esos grafitis su propia condición de víctima sexual potencial,  
Por eso hoy quiero que todo el mundo se ponga en los zapatos de una víctima sexual wayuu y en especial de las situaciones que enfrenta su comunidad con respecto a estos casos para que de verdad comprendan la magnitud del miedo, la vergüenza no solo de la víctima de violencia sexual si no de su familia.
CUANDO UNA MUJER WAYUU ES VIOLADA, SE VIOLA TAMBIÉN EL TEJIDO SOCIAL DE LA COMUNIDAD.
Sabemos que la cultura wayuu es matriarcal pero con una importante influencia masculina esto genera una serie de conflictos mentales y sentimientos encontrados de Rabia, Tristeza, Dolor, Vergüenza, Impotencia,  obligando a callar y aislarse mentalmente en el miedo, debido a todas estas situaciones es por las cuales esta  clase de hechos no salen a la luz pública ya que desdibujan la escencia del hombre wayuu que se siente vulnerado en su honor y hombría al no haber podido defender su familia y con esto también quiebra todo un tejido social ya que en la cosmovisión del wayuu como hombre protector de su familia, considera a la mujer fuera de todo conflicto “Ni mujeres ni Niños en la guerra
Quise hacer énfasis en mi propia historia no puedo callar mas a pesar del miedo que siento y el asco de pensar en caer en manos de esos asesinos que se han encargado de decirme con esos mensaje lo cruel que ellos van hacer conmigo, toda  esta situación con lleva a matarnos de tristeza, e impotencia . Las amenazas vienen a raíz de las denuncias de la masacre de Bahía Portete, quienes acabaron con la paz de dos familias y logrando el desplazamiento más grande que ha vivido el pueblo wayuu,
Los grafitis son otra forma de violencia sexual y ultraje a las mujeres y a la comunidad. Los pintan en los muros de las casas. En las cuatro visitas de campo de  MH a Bahía Portete se pudo observar y registrar fotográficamente estos grafitis. En las visitas de campo 2009 y la de 2010, se encontraron nuevos grafitis amenazantes; en todos los casos se recurre a imágenes de penetración y violación del cuerpo de mujer (por la boca, vagina y ano) e incluyen los nombres de una de las lideresas del proceso.
Este tipo de crímenes sexuales que utilizan la tortura directa sobre los cuerpos y lo refuerzan a través de la violencia simbólica y discursiva, mediante dibujos y mensaje de violencia sexual, tiene como propósito humillar, acallar y castigar a mujeres emblemáticas por su liderazgo social entre los wayuu. Así mismo, estos actos criminales agreden el mismo cuerpo de la mujer, el espacio domestico y el comunitario, lo cual evidencia también en el hecho que el propio territorio carga las huellas no solo de los vestigios históricos sino las de la masacre.
Tomado del Informe de memoria histórica pág. 86 .  CNRR

Trabajo realizado gracias a la colaboración conjunta de CARMEN FINCE, TELEMINA BARROS C, ELDA LUBO, KATY FINCE.
Debora Barros Fince
Abogada
Directora- Organización wayuumunsurat- MUTEPAZ

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