Los pueblos indígenas celebraron hoy en la ONU su día internacional con un mensaje de reconciliación con los gobiernos estatales, a los que han acusado durante décadas de pisotear sus derechos y apropiarse de sus riquezas. Este fue el lema central del acto protagonizado hoy por un centenar de representantes indígenas en la sede de la Organización de Naciones Unidas (ONU) con motivo del Día Internacional de los Indígenas, que se conmemora el próximo sábado. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, reconoció en un mensaje transmitido a los asistentes al acto que
"el sufrimiento padecido por los pueblos indígenas constituye alguno de los episodios más oscuros de la historia de la humanidad".
Por ello, destacó la importancia de la adopción el año pasado por parte de la Asamblea General de la ONU de la Declaración Universal de los Derechos de los Pueblos Indígenas. "La declaración es un paso visionario que aborda los derechos humanos de los pueblos indígenas y crea el marco en el que los estados pueden construir o reconstruir su relación con los pueblos indígenas", apuntó el máximo responsable de la ONU. Animó a los países miembros de Naciones Unidas y a sus poblaciones indígenas a aprovechar "este documento vivo" dentro de un espíritu de respeto mutuo. Al mismo tiempo, recordó que este es el Año Internacional de las Lenguas y llamó a preservar los miles de hablas indígenas en peligro de desaparición para evitar "que se debilite la diversidad cultural del mundo".
El Foro Permanente de la ONU para las Cuestiones Indígenas recordó en un comunicado los avances logrados el pasado año en los esfuerzos por reconciliar a las poblaciones indígenas con los estados en los que viven. El pasado febrero el Gobierno australiano pidió perdón públicamente a los miembros de la "generación robada", niños y jóvenes aborígenes que entre 1910 y 1970 fueron separados por la fuerza de sus familias y dados en adopción o colocados en instituciones religiosas. Otro caso destacado fue la disculpa del primer ministro canadiense, Stephen Harper, a los 80.000 antiguos estudiantes indígenas obligados a asistir a escuelas residenciales en las que eran comunes los malos tratos y los abusos sexuales. Las escuelas residenciales que funcionaron entre finales del siglo XIX y los primero años del decenio de 1970 formaron parte de una campaña oficial para asimilar a los aborígenes y erradicar su cultura.
El jefe Oren Lyons, de la nación Onondaga, situada en el estado de Nueva York, aseguró que casos como los citados son "motivos para la esperanza" de que se reparen los daños cometidos en el pasado. En ese sentido, se hizo eco del llamado del secretario general de la ONU para que la Declaración Universal de los Pueblos Indígenas sea un instrumento de reconciliación. "Para eso está la declaración, para que se utilice, ya que es la manera de asegurarse que sea efectiva. Por ello les animo a todos a que la aprovechen", apuntó. El Día Internacional de los Pueblos Indígenas se celebra cada 9 de agosto en recuerdo del primer encuentro del grupo de trabajo de los pueblos indígenas de la ONU, que tuvo lugar en Ginebra en 1982 tras largos años de campaña por parte de activistas de diferentes etnias. (Con información de EFE/GFL)
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